El sector tecnológico y el metal resisten y los polígonos vuelven a atraer inversiones
l El impacto de la recesión económica en el tejido empresarial de las comarcas mineras l Los brotes verdes y los obstáculos a la recuperación
Asturiana de Laminados ampliará su planta de Villallana y duplicará la actual plantilla hasta alcanzar los 130 operarios
Trabajadores de Informática El Corte Inglés, en Blimea. fernando rodríguez
Mieres / Langreo,
D. M. / M. Á. G.
Las señales de recuperación todavía son tímidas, pero invitan a la esperanza. Después de año y medio de una virulenta crisis económica que ha disparado la cifra de desempleados de las comarcas del Nalón y del Caudal hasta las 13.000 personas, las Cuencas empiezan a mostrar «brotes verdes». Los inversores vuelven a interesarse por adquirir suelo, sociedades como Mieres Tubos han revocado sus expedientes de regulación y otras firmas como Asturiana de Laminados preparan ambiciosos planes de expansión. Además, las compañías del sector tecnológico asentadas en las comarcas mineras, en términos generales, han demostrado su fortaleza para afrontar la crisis, al mantener sus plantillas e incluso poner en marcha nuevas inversiones.
El sector TIC ha sido, precisamente, uno de los baluartes frente a la recesión económica en la comarca del Nalón. En los últimos años, las empresas ligadas a las nuevas tecnologías generaron en la comarca 641 puestos de trabajo a través de compañías como Capgemini, Informática El Corte Inglés o B2B. La mayor parte de este volumen de empleo se ha mantenido a pesar de la crisis. En algunos casos, incluso se han impulsado nuevos proyectos empresariales como el centro de I+D abierto por El Corte Inglés en su factoría de software de Blimea, con el que colaboran trece multinacionales del sector.
El negocio tecnológico también debe marcar la senda de recuperación en la comarca del Nalón una vez que la economía se reactive. Los mimbres ya están preparados. En la actualidad hay en marcha (en fase de ejecución o recién concluidos) tres centros de nuevas tecnologías con capacidad para 600 empleos. Se trata de los centro de casa Cuca, en Sama; Valnalón, en La Felguera; y el pozo Entrego, en San Martín del Rey Aurelio.
En el Caudal, el tejido industrial de la comarca está navegando por las revueltas aguas de la crisis económica evitando que la flota sufra excesivos daños. El sostenido desarrollo del parque empresarial de Argame (Morcín) es un claro ejemplo de ello. En estos momentos, 55 de las 67 empresas con suelo asignado en este nuevo polígono (un 82 por ciento) están construyendo sus factorías o ya han iniciado su actividad. El resto tiene un ultimátum para comenzar las labores, ya que existe lista de espera y el Ayuntamiento de Morcín quiere que a finales del presente ejercicio el polígono esté en marcha al cien por ciento de su capacidad.
Las previsiones del Gobierno local son que, según lo estipulado en cada uno de los proyectos empresariales seleccionados en Argame, el polígono podría alcanzar dentro de unos meses una oferta de empleo que rondaría los 700 puestos de trabajo. De esta forma, se superaría en casi un centenar de operarios las previsiones más optimistas planteadas en un principio.
Mientras Argame se consolida como uno de los principales referentes industriales de la comarca, otros pilares empresariales han logrado levantar momentáneamente el vuelo tras pasar por serias dificultades. Mieres Tubos ha suspendido el expediente de regulación de empleo (ERE) que fue tramitado el pasado verano y que, en principio, debía afectar a toda la plantilla, algo similar a lo ocurrido con Vesuvius en Langreo. La fábrica, situada entre Ablaña y Sueros, aprobó a principios del pasado verano el citado ERE. El acuerdo con los sindicatos recogía que los 105 trabajadores permanecerían sin actividad una semana al mes hasta finales de este año 2010. Las fuentes consultadas entonces por este diario apuntaron que esta medida se adoptó para amoldar los procesos de producción a la baja demanda del mercado. Sin embargo, desde entonces la vieja Perfrisa ha logrado cerrar nuevas operaciones, quedando suspendido el expediente. El caso de la antigua Perfrisa guarda similitudes con lo sucedido en Rioglass Astur, que en julio del pasado año reincorporó a su plantilla pocas semanas después de decretar la paralización de la factoría de Sovilla.
El momentáneo repunte de la actividad en Mieres Tubos y Rioglass Asturias ha evitado que más de 200 trabajadores se vieran inmersos en procesos de regulación de empleo. Más recientemente, la empresa Kerkus Metal, ubicada en el polígono industrial mierense de Baíña, puso punto y final a un ERE que afectó a 40 trabajadores durante diez meses, con dos turnos de cinco meses.
Mientras las empresas ya asentadas en el Caudal resisten el envite de la crisis, se están produciendo también nuevos desembarcos. De hecho, la implantación de la empresa Asturmatic en el polígono de Loredo ya está en marcha, aunque con un ligero retraso. La sociedad invertirá tres millones de euros en un proyecto empresarial ligado a la construcción de equipos para el aprovechamiento de la energía solar, que creará 25 empleos. Por su parte, Asturiana de Laminados destinará 18 millones de euros a la ampliación de su factoría en el polígono de Villallana, en Lena. Con esta expansión creará otros 70 empleos directos en la factoría (treinta, este mismo año), frente a los 60 de la actualidad.
D. M. / M. Á. G.
Las señales de recuperación todavía son tímidas, pero invitan a la esperanza. Después de año y medio de una virulenta crisis económica que ha disparado la cifra de desempleados de las comarcas del Nalón y del Caudal hasta las 13.000 personas, las Cuencas empiezan a mostrar «brotes verdes». Los inversores vuelven a interesarse por adquirir suelo, sociedades como Mieres Tubos han revocado sus expedientes de regulación y otras firmas como Asturiana de Laminados preparan ambiciosos planes de expansión. Además, las compañías del sector tecnológico asentadas en las comarcas mineras, en términos generales, han demostrado su fortaleza para afrontar la crisis, al mantener sus plantillas e incluso poner en marcha nuevas inversiones.
El sector TIC ha sido, precisamente, uno de los baluartes frente a la recesión económica en la comarca del Nalón. En los últimos años, las empresas ligadas a las nuevas tecnologías generaron en la comarca 641 puestos de trabajo a través de compañías como Capgemini, Informática El Corte Inglés o B2B. La mayor parte de este volumen de empleo se ha mantenido a pesar de la crisis. En algunos casos, incluso se han impulsado nuevos proyectos empresariales como el centro de I+D abierto por El Corte Inglés en su factoría de software de Blimea, con el que colaboran trece multinacionales del sector.
El negocio tecnológico también debe marcar la senda de recuperación en la comarca del Nalón una vez que la economía se reactive. Los mimbres ya están preparados. En la actualidad hay en marcha (en fase de ejecución o recién concluidos) tres centros de nuevas tecnologías con capacidad para 600 empleos. Se trata de los centro de casa Cuca, en Sama; Valnalón, en La Felguera; y el pozo Entrego, en San Martín del Rey Aurelio.
En el Caudal, el tejido industrial de la comarca está navegando por las revueltas aguas de la crisis económica evitando que la flota sufra excesivos daños. El sostenido desarrollo del parque empresarial de Argame (Morcín) es un claro ejemplo de ello. En estos momentos, 55 de las 67 empresas con suelo asignado en este nuevo polígono (un 82 por ciento) están construyendo sus factorías o ya han iniciado su actividad. El resto tiene un ultimátum para comenzar las labores, ya que existe lista de espera y el Ayuntamiento de Morcín quiere que a finales del presente ejercicio el polígono esté en marcha al cien por ciento de su capacidad.
Las previsiones del Gobierno local son que, según lo estipulado en cada uno de los proyectos empresariales seleccionados en Argame, el polígono podría alcanzar dentro de unos meses una oferta de empleo que rondaría los 700 puestos de trabajo. De esta forma, se superaría en casi un centenar de operarios las previsiones más optimistas planteadas en un principio.
Mientras Argame se consolida como uno de los principales referentes industriales de la comarca, otros pilares empresariales han logrado levantar momentáneamente el vuelo tras pasar por serias dificultades. Mieres Tubos ha suspendido el expediente de regulación de empleo (ERE) que fue tramitado el pasado verano y que, en principio, debía afectar a toda la plantilla, algo similar a lo ocurrido con Vesuvius en Langreo. La fábrica, situada entre Ablaña y Sueros, aprobó a principios del pasado verano el citado ERE. El acuerdo con los sindicatos recogía que los 105 trabajadores permanecerían sin actividad una semana al mes hasta finales de este año 2010. Las fuentes consultadas entonces por este diario apuntaron que esta medida se adoptó para amoldar los procesos de producción a la baja demanda del mercado. Sin embargo, desde entonces la vieja Perfrisa ha logrado cerrar nuevas operaciones, quedando suspendido el expediente. El caso de la antigua Perfrisa guarda similitudes con lo sucedido en Rioglass Astur, que en julio del pasado año reincorporó a su plantilla pocas semanas después de decretar la paralización de la factoría de Sovilla.
El momentáneo repunte de la actividad en Mieres Tubos y Rioglass Asturias ha evitado que más de 200 trabajadores se vieran inmersos en procesos de regulación de empleo. Más recientemente, la empresa Kerkus Metal, ubicada en el polígono industrial mierense de Baíña, puso punto y final a un ERE que afectó a 40 trabajadores durante diez meses, con dos turnos de cinco meses.
Mientras las empresas ya asentadas en el Caudal resisten el envite de la crisis, se están produciendo también nuevos desembarcos. De hecho, la implantación de la empresa Asturmatic en el polígono de Loredo ya está en marcha, aunque con un ligero retraso. La sociedad invertirá tres millones de euros en un proyecto empresarial ligado a la construcción de equipos para el aprovechamiento de la energía solar, que creará 25 empleos. Por su parte, Asturiana de Laminados destinará 18 millones de euros a la ampliación de su factoría en el polígono de Villallana, en Lena. Con esta expansión creará otros 70 empleos directos en la factoría (treinta, este mismo año), frente a los 60 de la actualidad.
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