La negociación sobre la permanencia de la planta langreana de Vesuvius avanza. La multinacional, que volvió a reunirse ayer con Fiteqa-CC OO en el Servicio Asturiano de Solución Extrajudicial de Conflictos (Sasec), ha aceptado la prejubilación de ocho de los 20 trabajadores considerados como excedentes y que equivaldrían a un turno de producción. La propuesta es bien vista por el responsable estatal del Sector Vidrio y Cerámica de Fiteca-CC OO, Alfredo Suárez, quien señaló que «todavía tenemos que saber qué ocurre con los doce empleados restantes».
Para ello, el sindicato ha dado un plazo de 48 horas a la compañía para que les haga llegar una propuesta definitiva y los despidos «no sean traumáticos». Suárez recordó que la idea del sindicato es que se produzcan bajas incentivadas y voluntarias, «no salidas sin sentido que no benefician a nadie».
Otro de los aspectos que se está negociando es el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) temporal que afectará al resto de la plantilla. CC OO señaló que su intención es que «sea rotatorio hasta finales del año que viene, que es el plazo que había marcado la compañía».
Además, según añadió, se negará «rotundamente» a que los trabajadores que vayan al paro de forma temporal sólo cobren la prestación por desempleo. «Queremos que se haga como en otras empresas del sector. Un ejemplo es Rioglass, donde la compañía ha puesto una parte importante de la prestación que recibe el empleado por no poder trabajar durante el ERE. No cederemos en este punto».
Fiteqa espera tener un nuevo encuentro con los responsables de Vesuvius el lunes por la tarde, aunque la recepción de la propuesta podría alargarse hasta la mañana del martes. En el caso de no cumplieran las condiciones que plantea, CC OO ha anunciado que retomará las movilizaciones con la intención de hacer presión. «Llevamos mucho tiempo con este conflicto y ya es hora de que se termine», apuntó Alfredo Suárez.
La fuerza de la presión
Lejos queda ya la intención de la empresa de cerrar sus puertas durante dos años. El motivo del cambio de decisión se debe, según el sindicato, a la presión ejercida durante estos meses de conflicto, no sólo desde la plantilla y el sindicato, sino desde el resto de administraciones que los han apoyado.
Asimismo, recordó que los índices que manejaba la compañía sobre el movimiento de las empresas de altos hornos al Este de Europa era erróneo, ya que los indicadores que manejaban las instituciones eran totalmente contrarios.
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