Vesuvius se quedará en Langreo. pero, para algunos trabajadores, el precio que se paga es muy elevado. En torno a veinte puestos de trabajo se han sacrificado en las negociaciones para asegurar el futuro de la planta langreana. En principio y, a la espera de cerrar «los últimos flecos», los representantes de la empresa y Fiteqa-CC OO alcanzaron un principio de acuerdo. A falta de mayor concreción, todo parece indicar que, de los 20 excedentes, doce podrán marchar a casa con bajas incentivadas y ocho se prejubilarán, según fuentes cercanas a la negociación. Además, la producción realizada en la planta de Langreo se destinará básicamente a los pedidos de ámbito nacional. Al menos, hasta la recuperación del mercado a escala global.
Eso sí, los ajustes de Vesuvius no quedan ahí. También plantea que los trabajadores que se queden en la planta estén sujetos a un expediente de regulación de empleo (ERE) para lo que queda del presente año 2009 y para 2010. Esta medida ya se llevaba aplicando en la planta desde el pasado mes de marzo sobre un 50% de la plantilla.
La propuesta de la dirección de la empresa está diseñada para que la planta langreana trabaje a dos turnos. Esto es, se suprimirá uno de los actuales, una situación que se aleja mucho de los cinco turnos que estaban en funcionamiento hace apenas un año, cuando se superaban los 120 trabajadores.
Los cien empleados que veían peligrar sus puestos de trabajo llevan luchando dos meses para concienciar a la multinacional angloamericana de que una factoría con beneficios no se puede cerrar. Pero los números presentados desde Bruselas, que confirman una disminución de los pedidos cercana al 50%, indican la necesidad de prescindir de unos 20 puestos de trabajo para que la multinacional siga considerando «rentable» la factoría. El conflicto laboral en la fábrica de Vesuvius en Riaño se originó a finales del pasado mes de mayo, cuando la dirección de la multinacional anunció su pretensión de cerrar la factoría langreana por un período de dos años.
Los trabajadores ya avanzaron entonces que no aceptarían ningún despido e iniciarían movilizaciones. Recibieron el apoyo de todos los partidos, así como de la ciudadanía y los clientes. En junio, la Consejería de Industria medió en el conflicto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario