La empresa extremeña matriz de Venturo XXI acumula una deuda de diez millones
Huso 29 se encuentra en concurso de acreedores, al igual que la cartográfica de San Martín y una tercera firma del grupo de los hermanos Coronado
Manuel y José Antonio Coronado, en una visita a Asturias. fernando rodríguez
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Sotrondio,
L. M. D.
La empresa matriz de Venturo XXI, la extremeña Huso 29, se enfrenta a un concurso de acreedores en el que tendrá que paliar algo más de diez millones de euros de deuda. La compañía, dirigida al igual que la cartográfica asturiana por los empresarios Manuel y José Antonio Coronado, propietarios de RTK Topografía, despidió a sus empleados el pasado mes de febrero y se encuentra a un paso de la desaparición. Otra compañía del grupo RTK, Aticsa, también se encuentra en concurso de acreedores.
Fuentes relacionadas con Venturo XXI explicaron que la que era la principal empresa de los hermanos Coronado, Huso 29, debe negociar con sus acreedores una deuda de más de diez millones de euros. Esta semana está previsto que se conozcan las cifras a las que tendrá que hacer frente Venturo XXI, una vez se cierre el plazo para que las empresas se presenten al concurso de acreedores abierto por el juzgado de lo Mercantil número 2 de Oviedo. El pasado viernes, el secretario general de CC OO de Asturias, Antonio Pino, acusó a los promotores de la compañía de desviar dinero desde Venturo XXI a su matriz, Huso 29, con la que realizó varios trabajos conjuntos, bajo la fórmula de unión temporal de empresas (UTE). Según el sindicato, la cuantía de estos contratos -que aún está por determinar- nunca llegó a las arcas de Venturo. Pese a este presunto «hinchamiento» de la facturación de Huso 29, la firma se encuentra a punto de desaparecer.
Toda esta mala situación que atraviesan sus empresas no ha impedido a los hermanos Coronado formar una nueva sociedad del sector topográfico, Crecinter S. L., con sede en Málaga, a la que, según fuentes relacionadas con Venturo XXI, se pudo transferir, en materia de pago por un trabajo, una «importante cantidad» a finales del año pasado, pocos días después de la constitución de la firma.
La plantilla de Venturo XXI permanece encerrada desde el pasado día 17 de mayo, en señal de protesta por la situación que atraviesa la compañía: concurso de acreedores y un expediente de extinción de empleo para 67 de los 73 empleados. La «única solución posible», según los sindicatos, es una inyección de capital. Desde el Gobierno del Principado, a través de la Consejería de Industria, se asegura que se está buscando una empresa interesada en la compañía, pero hasta el momento las negociaciones no han cristalizado. El capital de Venturo XXI pertenece, en un 51%, a los hermanos Coronado; en un 21% a Sadim, el órgano diversificador de Hunosa; otro 21% a la Sociedad Regional de Promoción (SRP) y un 7% a Sodeco. Los trabajadores y el sindicato CC OO han acusado a los dueños de una «mala gestión» que «fue avalada» por los socios públicos de la empresa.
En el consejo de administración de la compañía, además de los dos empresarios, tenían voto el presidente de la SRP y director del Instituto de Desarrollo Económico del Principado de Asturias (IDEPA), Víctor González Marroquín, y el representante de Sadim, Manuel Fernández Prada.
L. M. D.
La empresa matriz de Venturo XXI, la extremeña Huso 29, se enfrenta a un concurso de acreedores en el que tendrá que paliar algo más de diez millones de euros de deuda. La compañía, dirigida al igual que la cartográfica asturiana por los empresarios Manuel y José Antonio Coronado, propietarios de RTK Topografía, despidió a sus empleados el pasado mes de febrero y se encuentra a un paso de la desaparición. Otra compañía del grupo RTK, Aticsa, también se encuentra en concurso de acreedores.
Fuentes relacionadas con Venturo XXI explicaron que la que era la principal empresa de los hermanos Coronado, Huso 29, debe negociar con sus acreedores una deuda de más de diez millones de euros. Esta semana está previsto que se conozcan las cifras a las que tendrá que hacer frente Venturo XXI, una vez se cierre el plazo para que las empresas se presenten al concurso de acreedores abierto por el juzgado de lo Mercantil número 2 de Oviedo. El pasado viernes, el secretario general de CC OO de Asturias, Antonio Pino, acusó a los promotores de la compañía de desviar dinero desde Venturo XXI a su matriz, Huso 29, con la que realizó varios trabajos conjuntos, bajo la fórmula de unión temporal de empresas (UTE). Según el sindicato, la cuantía de estos contratos -que aún está por determinar- nunca llegó a las arcas de Venturo. Pese a este presunto «hinchamiento» de la facturación de Huso 29, la firma se encuentra a punto de desaparecer.
Toda esta mala situación que atraviesan sus empresas no ha impedido a los hermanos Coronado formar una nueva sociedad del sector topográfico, Crecinter S. L., con sede en Málaga, a la que, según fuentes relacionadas con Venturo XXI, se pudo transferir, en materia de pago por un trabajo, una «importante cantidad» a finales del año pasado, pocos días después de la constitución de la firma.
La plantilla de Venturo XXI permanece encerrada desde el pasado día 17 de mayo, en señal de protesta por la situación que atraviesa la compañía: concurso de acreedores y un expediente de extinción de empleo para 67 de los 73 empleados. La «única solución posible», según los sindicatos, es una inyección de capital. Desde el Gobierno del Principado, a través de la Consejería de Industria, se asegura que se está buscando una empresa interesada en la compañía, pero hasta el momento las negociaciones no han cristalizado. El capital de Venturo XXI pertenece, en un 51%, a los hermanos Coronado; en un 21% a Sadim, el órgano diversificador de Hunosa; otro 21% a la Sociedad Regional de Promoción (SRP) y un 7% a Sodeco. Los trabajadores y el sindicato CC OO han acusado a los dueños de una «mala gestión» que «fue avalada» por los socios públicos de la empresa.
En el consejo de administración de la compañía, además de los dos empresarios, tenían voto el presidente de la SRP y director del Instituto de Desarrollo Económico del Principado de Asturias (IDEPA), Víctor González Marroquín, y el representante de Sadim, Manuel Fernández Prada.
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