La primera manifestación en 53 años de la plantilla de Chupa Chups reúne a 800 vecinos
Todos los empleados secundan la huelga de 24 horas convocada por el comité de empresa, que comenzó a las 6 de la mañana de ayer
Andrés Martínez Vega lee el manifiesto en el balcón del Ayuntamiento de Piloña, en Infiesto. a. espina
MULTIMEDIA
Villamayor / Infiesto,
Mariola MENÉNDEZ
Piloña se volcó ayer con la plantilla de Chupa Chups, ante el inminente cierre de la factoría de Villamayor, anunciado para el 1 de septiembre. Unas 800 personas, según los cálculos de las autoridades municipales, se movilizaron para arropar a los trabajadores en una marcha popular que recorrió los cinco kilómetros que separan Villamayor e Infiesto. Fue la primera manifestación convocada por los empleados de Chupa Chups en 53 años. En la capital del concejo, decenas de vecinos recibieron a los manifestantes y se unieron a ellos en la plaza del Ayuntamiento, donde concluyó la marcha. Muchos establecimientos piloñeses cerraron sus puertas en señal de apoyo a los 121 trabajadores de la empresa confitera.
A la vez, la plantilla de Chupa Chups había convocado una huelga de veinticuatro horas, que comenzó a las seis de la mañana de ayer y que, según el comité de empresa, fue seguida por todos los trabajadores, «sin excepción». La plantilla rechazó la propuesta de la empresa de establecer servicios mínimos.
La movilización de ayer dejó clara la unión de todo el concejo para lograr que la multinacional Perfetti Van Melle, propietaria de la marca de caramelos, recapacite y dé marcha atrás en su decisión de cerrar la fábrica. El presidente del comité de empresa de la planta piloñesa, Ovidio Solares, indicó que la plantilla se siente muy apoyada, lo que le da «más fuerza» para seguir luchando contra un cierre que llevaría la incertidumbre a unas 300 familias del concejo.
«Compañeros, así debemos seguir, con la ayuda de la gente y con las fuerzas de todos los que estáis aquí. Gracias a todos por vuestro apoyo», gritó Solares desde el balcón del Ayuntamiento, segundos antes de mostrar la solidaridad de la plantilla con los afectados por las inundaciones de los últimos días en Asturias.
El cronista oficial de Piloña, Andrés Martínez Vega, fue el encargado de leer el manifiesto de la protesta. Abogó por mantener la unión para «manifestar públicamente el rechazo total al cierre anunciado, ya que lo consideramos carente de fundamento y sin justificación alguna». Asimismo, exigió a la compañía que «reconsidere su decisión», al tener constancia de «los esfuerzos de los trabajadores en mantener siempre la buena marcha de la empresa, su profesionalidad y su compromiso personal».
Martínez Vega instó a la Consejería de Industria y Empleo a que utilice los medios necesarios para evitar el cierre de Chupa Chups en Villamayor. El cronista de Piloña recordó que más allá del «impacto social y laboral» que tendrá el cierre en la comarca, también acabará con una «referencia empresarial y económica» para Piloña desde 1957, cuando nació la empresa.
Mariola MENÉNDEZ
Piloña se volcó ayer con la plantilla de Chupa Chups, ante el inminente cierre de la factoría de Villamayor, anunciado para el 1 de septiembre. Unas 800 personas, según los cálculos de las autoridades municipales, se movilizaron para arropar a los trabajadores en una marcha popular que recorrió los cinco kilómetros que separan Villamayor e Infiesto. Fue la primera manifestación convocada por los empleados de Chupa Chups en 53 años. En la capital del concejo, decenas de vecinos recibieron a los manifestantes y se unieron a ellos en la plaza del Ayuntamiento, donde concluyó la marcha. Muchos establecimientos piloñeses cerraron sus puertas en señal de apoyo a los 121 trabajadores de la empresa confitera.
A la vez, la plantilla de Chupa Chups había convocado una huelga de veinticuatro horas, que comenzó a las seis de la mañana de ayer y que, según el comité de empresa, fue seguida por todos los trabajadores, «sin excepción». La plantilla rechazó la propuesta de la empresa de establecer servicios mínimos.
La movilización de ayer dejó clara la unión de todo el concejo para lograr que la multinacional Perfetti Van Melle, propietaria de la marca de caramelos, recapacite y dé marcha atrás en su decisión de cerrar la fábrica. El presidente del comité de empresa de la planta piloñesa, Ovidio Solares, indicó que la plantilla se siente muy apoyada, lo que le da «más fuerza» para seguir luchando contra un cierre que llevaría la incertidumbre a unas 300 familias del concejo.
«Compañeros, así debemos seguir, con la ayuda de la gente y con las fuerzas de todos los que estáis aquí. Gracias a todos por vuestro apoyo», gritó Solares desde el balcón del Ayuntamiento, segundos antes de mostrar la solidaridad de la plantilla con los afectados por las inundaciones de los últimos días en Asturias.
El cronista oficial de Piloña, Andrés Martínez Vega, fue el encargado de leer el manifiesto de la protesta. Abogó por mantener la unión para «manifestar públicamente el rechazo total al cierre anunciado, ya que lo consideramos carente de fundamento y sin justificación alguna». Asimismo, exigió a la compañía que «reconsidere su decisión», al tener constancia de «los esfuerzos de los trabajadores en mantener siempre la buena marcha de la empresa, su profesionalidad y su compromiso personal».
Martínez Vega instó a la Consejería de Industria y Empleo a que utilice los medios necesarios para evitar el cierre de Chupa Chups en Villamayor. El cronista de Piloña recordó que más allá del «impacto social y laboral» que tendrá el cierre en la comarca, también acabará con una «referencia empresarial y económica» para Piloña desde 1957, cuando nació la empresa.
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